Estilo de vida Mogano
Estilo de vida Mogano. En cada paso que da.
Cada paso que da dentro de un nuevo ambiente sugiere la misma idea. Que un ambiente no es tan solo ambiente. Que detrás de los muebles y los objetos, de los colores y las luces, de los espacios y de cada una de las elecciones, hay un mensaje sutil que no puede dejar de percibir. En ese mensaje, formado por cada elemento presente, en perfecto equilibrio, reside el verdadero secreto de un ambiente.
Un ambiente es el reflejo de su dueño. De sus aspiraciones, de lo que ya ha logrado en su vida. De los placeres que ha descubierto y de lo que desea mostrarle de usted al resto del mundo. De cómo su vida es una combinación única, armónica y sorpresiva de los más variados y exquisitos elementos.
Un ambiente es un punto de vista. Una perspectiva original sobre cómo uno ve el mundo y cómo se relaciona con el mundo a partir de eso. La altura desde la que uno mira, la visión que ha logrado desarrollar. Todo eso está presente en cada elemento.
No hay dos ambientes iguales. Como tampoco dos personas pueden serlo. Porque el ambiente es una proyección de la persona. Cada elemento que compone un ambiente es necesario y debe ser elegido con cuidado; el ambiente es un todo que depende de las relaciones que se crean entre sus partes. Esa relación es lo que lo hace único, original y memorable.
Un ambiente es un mapa. Un recorrido de su vida, de los lugares donde ha estado, de los lugares que le reserva el futuro. Lugares interiores o exteriores que, de cualquier modo, lo hacen único frente a los demás. Irrepetible.
Un ambiente siempre sugiere un secreto. Es una puerta de entrada al complejo y profundo universo de una persona. Cuando ese secreto es interesante y seductor, cuando está lo suficientemente sugerido como para aún no ser obvio pero sí presente, el mismo ambiente se convierte en un signo de pregunta que deseamos descifrar. Ese es el efecto de un ambiente.
Un ambiente. Mucho más que eso.